Las mujeres
surrealistas pronto se sintieron excluidas a la teoría de este movimiento, que
no las representaba en absoluto y tenia una esencia masculina que atacaba
violentamente la imagen femenina. Por tanto, las artistas se aislaron y se
centraron en su propia realidad. La mayoría de ellas realizaron sus obras más
importantes al abandonar el núcleo surrealista. Pero el gran merito fue de
ellas, ya que aportaron magníficas obras al surrealismo y a su nuevo lenguaje.
El surrealismo fue
una especie de trampa para las mujeres artistas, lo que en un principio parecía
una vía de escape se convirtió en su prisión, ya que no lograron librarse del
rol femenino tradicional. Intentaron hallar su independencia en un movimiento
que consideraba a la mujer, en la mejor de las ocasiones como musas, y en la
peor, seres malignos, oscuros. Las artistas terminaron por proclamar su
independencia del surrealismo.
Esto rompe los esquemas de mujeres
que estuvieron dentro del surrealismo por
mujeres que utilizaron como lenguaje plástico el surrealismo. Encontramos
un gran número de mujeres surrealistas.
REMEDIOS VARO
Pintora nacida en
Cataluña, se traslada en su juventud al París de las vanguardias, atraídas por
la agitada vida intelectual que desprende, y allí frecuentan el grupo dirigido
por Bretón. Varo vivió con angustia la invasión nazi en París y Jersey
respectivamente. La artista será encarcelada por su potencial subversivo, por
su unión sentimental con un ‘revolucionario’. Sus prácticas sentimentales,
sexuales y su libertad transgredieron la moral de la época. Su obra pictórica
de madurez gozó de gran éxito y fue reconocida por la crítica mejicana. Sin
embargo, su creación sufrirá en la historiografía del surrealismo un silencio
tan sólo roto de manera excepcional.
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