La evolución del
estilo artístico de Remedios Varo como pintora dependía del curso de su vida,
sus exilios implicaban traslados, contactos con otras culturas, otros amigos,
constituían factores muy importantes para el desarrollo de la artista.
El exilio de
Remedios Varo a París la introdujo en el ambiente libre del surrealismo.
Artistas como Dalí, Buñuel, Lorca, Alberti, Pablo Picasso y Joan Miró
abandonaron España para encontrar “la energía artística” de la vanguardia en
París. Varo con el paso del tiempo introdujo cada vez más rasgos surrealistas y
vanguardistas en su obra. Experimentó con técnicas surrealistas y nuevas formas
artísticas como el “cadáver esquís”.
Se adentro en el
surrealismo y adoptó elementos de innovación, manteniendo su estilo
personal. El exilio en París constituía
para Varo un período básico para la formación de su estilo, pero fue en México
donde Remedios Varo produjo sus obras más importantes. Sus obras producidas en
México sufrieron “cambios radicales” frente a los obras producidas en Europa.
Cuando Varo llegó a
México en 1941, no recibiría el respeto que merecía, tuvo que soportar un período
de dificultades. Conoció la pobreza, creó 42 trajes para el teatro y realizo
todo tipo de trabajos. Sus ingresos venían de sus ilustraciones para la empresa
farmacéutica Bayer.
La escena artística
estaba dominada por los muralistas que rechazaban toda influencia extranjera y
surrealista, la Exhibición
internacional del surrealismo en México, organizada por Bretón en 1940 fue
fuertemente criticada por los muralistas. Varo pudo introducir su obra por que
existía una larga tradición de lo fantástico en la cultura mexicana.
En los años
cincuenta, la influencia de los muralistas disminuyó y el público mexicano
suavizó su visión negativa hacia el surrealismo. El arte femenino creció en
México, algo que se podía notar por la exhibición del “Primer salón de la
plástica femenina” en 1958.
Después de la Revolución de 1910, el
número de mujeres que participara en las artes visuales empezará a aumentar de
forma gradual y la
Escuela Mexicana fue la cuna de muchas pintoras.
Remedios Varo se casó
por la última vez con el exiliado austriaco Walter Gruen. Varo tenía la
oportunidad de dedicarse completamente a su arte, se enclaustró en su casa, pintando sus
más famosas obras. Escogió el momento perfecto y tuvo la oportunidad de
participar en su primera exhibición mexicana en la Galería Diana. Las
obras fueron acogidas con gran entusiasmo por las críticas. Su obra fantástica,
elaborada con todo detalle con un matiz irónico, le encantó al público
mexicano. Hasta Diego Rivera, el gurú del muralismo, dijo:
“México tiene la suerte de que vivan entre nosotros tres
pintoras que indudablemente son de los artistas más importantes del mundo:
Remedios Varo, ¡ay cómo me encanta la pintura de esa señora!, Leonora
Carrington y Alicia Rahon.”
(Rivera en Kaplan, 1988: 133)
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