“Llegué a
México buscando la paz que no había encontrado, ni en España –la de la
revolución- ni en Europa –la de la terrible contienda-, para mí era imposible
pintar entre tanta inquietud.”
(Varo, 1997: 14)
Remedios Varo en México, como muchos de los emigrantes exiliados
convirtieron su adversidad en creatividad. México, por la lengua española y la
ausencia de amenaza de guerra constituía un ambiente idóneo que Varo
consideraba como su hogar y un lugar idóneo para establecerse como artista:
“Soy más de México que de ninguna otra parte. Conozco poco España: era
yo muy joven cuando viví en ella.
Luego vinieron los años de aprendizaje, de asimilación en París, después de la guerra…Es en México
donde me he sentido acogida y segura.”
(Varo, 1997:
14)
Remedios Varo llegó a México junto con Benjamin Péret, este no
pudo echar raíces en México a causa de la lengua extranjera en la que tenía que
escribir su poesía. Varo volvió una vez a Francia para visitar a su madre. La
mayoría de los exiliados abrigaron la esperanza de que algún día volvieran a su
patria, la guerra civil y la
Segunda Guerra Mundial fueron motivos suficientes para que la
artista considerara México como su hogar e impidió su retorno definitivo a
Europa.
En 1947 Varo hizo una expedición a Venezuela para visitar a
algunos miembros de su familia y se quedó ahí durante dos años, un período en
que perfeccionó su arte. Varo encontró su identidad en Venezuela, algo que se
refleja en el cuadro “Exploración de las fuentes
del Río Orinoco” (1959).
Cuando la artista regresó a México, empezó a crear una “obra
madura”. Después de una larga búsqueda de su identidad a causa del exilio,
encontró su identidad como exiliada al fin de los años cuarenta, produjo la
obra que le daría el reconocimiento artístico.
La partida de Remedios Varo significó una gran pérdida para España,
por otra parte, es probable que si Remedios Varo se hubiera quedado en España,
su creatividad estaría impedida por la censura y que el mundo nunca habría
conocido una artista tan única como ella. Remedios Varo consideraba México como
su hogar y de este modo minimizó el significado de su origen español. Varo fue
de índole muy española y la influencia española se notaba tanto en su
personalidad, como en su arte. Uno de sus grandes ejemplos, el Bosco, fue
neerlandés, se considera su arte como parte del patrimonio español. Además, los
dos pintores primitivos españoles El Greco y Goya la influyeron en el sentido
de que Varo adoptó ciertos motivos, de El Greco, el alargamiento del cuerpo y
“la ruptura de las normas de proporción impuestas por el renacimiento
italiano”, adoptó de Goya el motivo de la “criatura volante”.
Remedios Varo no adoptó muchos rasgos de la cultura mexicana en su
obra, no rechazó de manera voluntaria el compromiso con el arte mexicano, su
carrera artística fue tan breve que quedó poco tiempo para la cultura Méxicana.
La propia Remedios Varo no quería que su obra se clasificara como “pintura
mexicana contemporánea”, ni como “arte europeo”. Su obra constituye una
respuesta a las tendencias artísticas de Europa.
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